La P.F. es una enfermedad vírica que afecta generalmente a gatos jóvenes. Se manifiesta con vómitos, diarrea, fiebre, depresión, falta de apetito como síntomas mas evidente
Es una enfermedad muy contagiosa, tanto por contacto directo con las heces de gatos enfermos como indirectamente a través de objetos o entorno contaminados.
El porcentaje de muertes en animales afectados es alto a pesar de los tratamientos intensos que reciban, y los gatitos de madres que han contraído la enfermedad durante la gestación pueden nacer con problemas cerebrales (hipoplasia cerebelosa). Estos gatitos pueden vivir, pero caminan muy dificultosamente con movimientos que no pueden controlar por lo que generalmente necesitan ayuda durante toda su vida.
Arriba mostramos una analítica típica de un gato positivo. En este caso ya adulto, con dos años y medio.
WBC (white blood cell count) es el número de glóbulos blancos, que son las células defensivas del organismo contra los virus bacterias etc. En un gato sano debería haber entre 6 y 15000 por microlitro. En este caso hay 0,8, es decir que produce un enorme descenso del número de glóbulos blancos o leucocitos (Leucopenia)
La buena noticia es que las vacunas son muy efectivas para prevenir la enfermedad, así que si estáis pensando tener un gatito, debéis contactar con vuestro veterinario para que os aconseje sobre la pauta de vacunación.